Autor: Raúl Eyzaguirre

ENTENDIENDO EL ALCANCE DE LA GESTIÓN VISUAL

Según diversos estudios, tenemos la capacidad de procesar las imágenes 60,000 veces más rápido que el texto. ¿Qué significa ello? Pues que gran parte del éxito de nuestra comunicación es no verbal y que nuestro aprendizaje y retención de información está fuertemente ligado a fuentes visuales. Ello aplica tanto para estrategias comerciales y marketing, así como para actividades operativas y productivas, y tiene un impacto transversal a las industrias, incluyendo a la industria de la construcción.

Una forma básica y habitual de comunicación bajo la gestión visual, la podemos evidenciar cuando estamos conduciendo un auto y llegamos a una intersección semaforizada. Es de entendimiento universal que el color rojo indica detenerse; luz verde, avanzar; y luz ámbar, precaución. Estos elementos visuales permiten a la persona tomar una acción inmediata al presentarte alguna de las situaciones, es decir, no es necesario un estudio de estas señales para entender el significado, ya que este se transmite de manera clara e instantánea.

APLICACIÓN EN LA INDUSTRIA AEC

Siendo uno de los grandes problemas de la industria la deficiente comunicación efectiva entre los diversos involucrados, la adopción y práctica de la gestión visual en nuestro día a día se convierte en una importante oportunidad a explorar y explotar. Su aplicación incluye desde la coordinación de tareas, evaluación de alternativas, toma de decisiones, negociaciones y comunicaciones en general; hasta incluso ser utilizado como soporte para la planificación de la obra, gestión de la producción y control del proyecto.

De igual manera, si se busca aumentar el nivel de colaboración entre personas, áreas o equipos de trabajo, el componente visual juega un papel importante al facilitar la comunicación mediante representaciones del producto, del proceso o de la información. Es a partir de esta única fuente de verdad que los participantes podrán evitar incongruencias entre lo que uno quiere explicar y lo que los demás puedan entender. En otras palabras, un entorno colaborativo debe estar soportado por elementos visuales que permita un mejor y más rápido entendimiento de las ideas y que invite y motive a cada participante a compartir las suyas, brindando una mejor oportunidad para lograr un mejor trabajo conjunto.

La innovación también se sirve de la gestión visual, en primera instancia para expresar las ideas en dibujos, esquemas o gráficas, pero principalmente para materializar las nuevas ideas en prototipos físicos o digitales, sobre el cual podrán enriquecer la discusión con nuevas perspectivas y mejoras al mismo. El uso de post-its para representar procesos, conceptos u otros, es también una forma de comunicar de manera visual, cuyo resultado sería totalmente diferente si sólo nos basamos en discusiones abiertas tratando de exponer y expresar nuestras ideas y asumiendo que los otros las entenderán completamente. El tener la información transparente, clara y accesible ayuda a seguir construyendo la propuesta innovadora.

Es imposible no hablar de BIM en el marco de la gestión visual aplicado a los procesos de diseño y construcción. Uno de los usos BIM más básicos, pero al mismo tiempo más potentes, es sin duda su poder de visualización, la cual nos permite conocer a un alto nivel de definición y precisión el producto final digitalizado que se entrega a los clientes. Este, además, favorece el trabajo en equipo y la coordinación interdisciplinaria; haciendo visible y evidente los problemas y/u oportunidades, agilizando el proceso de evaluación y logrando mayor asertividad en las respuestas.

Por último, los controles visuales para la planificación y seguimiento del diseño y construcción permiten a los colaboradores del proyecto mantenerse cercanos y en sintonía con el avance del proyecto, generando confianza a través de la transparencia de la información compartida. Realmente existe una gran diferencia entre tener los indicadores en un informe en la computadora o servidor del proyecto, a tenerlos siempre visibles en algún panel de la oficina. Sólo nos basta levantar la mirada, para que estos radiadores de información, instantáneamente nos refresquen los objetivos, metas, estatus actual y alertas que debemos considerar para realizar un trabajo direccionado y mejor.

¿LA ESTAMOS APROVECHANDO?

Es momento de preguntarte: en tus proyectos… ¿Estás aprovechando las ventajas de la gestión visual? ¿Es fácil reconocer de un vistazo cuál es el estatus del proyecto? ¿Existen gráficos o tablas que te digan si estamos adelantados o atrasados? ¿Todo tu equipo está alineado con los objetivos y metas? ¿Las reuniones de trabajo se soportan con herramientas visuales? ¿Qué acciones estás tomando para desarrollar entornos de trabajo más colaborativos? Las grandes transformaciones empiezan dando pequeños pasos, y considero este uno de ellos.