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Se afirma que el componente más importante de BIM (Building Information Modeling) es la información, pues sin ella la construcción de un modelo no tiene mucho sentido. Sin embargo, si vamos más allá de la definición literal de BIM, veremos que hay un elemento que tiene mucho más peso en la ecuación. De acuerdo con IAC, “BIM es un proceso usado en la industria de la construcción que permite a todos los involucrados trabajar sobre un único modelo digital del proyecto de forma colaborativa y concurrente”. Es aquí cuando aparece el factor más importante de BIM: la colaboración. BIM no es una tecnología, ni un software, ni un hardware; su naturaleza es la colaboración, pues sin ella cualquier tipo de esfuerzo es ineficiente.

Si recordamos los tres pilares de toda implementación BIM (la tecnología, los procesos y las personas) y analizamos cuál de estos elementos es obligatorio para la colaboración, la respuesta es clara. Podemos trabajar colaborativamente sin tecnología y sin procesos definidos; será complicado y no tan eficiente, pero es posible. Sin embargo, sin las personas la colaboración es imposible. Es por esto que el enfoque de este texto está dirigido al tercer pilar de la implementación, pues no es solamente el más necesario sino también el que implica un mayor reto. Lograr que las personas sean BIM es el verdadero reto de toda implementación.

En ese sentido, la estrategia que va a garantizar la colaboración debe modelar una nueva cultura usando los ocho principios de Kotter, en los cuales se debe: crear un sentido de urgencia, construir una coalición de cambio, definir y compartir la visión, remover las barreras, generar victorias tempranas, mantenerse acelerado e institucionalizar la transformación. A continuación, les explicaré cómo trabajar cada una de ellos y cuáles son las buenas prácticas que apoyan una buena implementación BIM.

Primero, crear un sentido de urgencia.

Este es sin duda el punto más importante. Antes de comenzar con la implementación BIM debemos ir un poco más atrás e identificar cuáles son los problemas que queremos solucionar. ¿Para qué queremos BIM? La empresa debe preguntarse si quiere enfocarse en los problemas que tienen con las programaciones de construcción, en los reprocesos que se dan a causa de la falta de coordinación entre disciplinas o si su mayor dolor es la falta de cumplimiento normativo. Para este ejercicio van a tener que ser sinceros y críticos pues deben autoanalizarse y entender a profundidad cuales son los dolores que quieren superar.

Segundo, construir una coalición para el cambio.

En pocas palabras, consiste en crear el equipo que nos ayudará a transmitir ese sentido de urgencia. En este caso, debemos formar alianzas con personas que tengan representación dentro de la empresa. Para crear este grupo de aliados debemos hacerlos partícipes de la implementación, hacer que tengan muy claro el “para qué”, que comprendan que son líderes importantes y que son necesarios para la implementación.

Tercero, definir la visión.

Teniendo claro el “para qué” de BIM, va a ser muy sencillo definir la visión. Imaginen su empresa a corto, mediano y largo plazo y definan exactamente cuáles son esos elementos que les gustaría ver en el futuro. Para esto les aconsejo que revisen los 25 usos BIM definidos por el Penn State y definan cuáles son los que van a trabajar según sus dolores. Por ejemplo, imagínense una empresa que: coordina proyectos asegurando la calidad y la eficiencia en tiempos y costos, o realiza un mantenimiento de edificaciones proactivo basado en datos reales alimentados concurrentemente. Definan objetivos y empiecen a medirse con base en indicadores. Algunos ejemplos tomando un marco de tiempo a enero de 2020 pueden ser:

  • Reducir 80% los sobrecostos debido a problemas no resueltos en el diseño.
  • Reducir las desviaciones de los presupuestos a menos de 3%
  • Reducir las desviaciones de los cronogramas de construcción a menos de 5%.

Sueñen la empresa que quieren a futuro, BIM ayudará para cualquiera de estos elementos.

Tan importante como todo lo anterior, es que la gerencia y dirección sean los que definan esta visión pues ellos serán los principales emisores del sentido de urgencia a toda la operación. Todos deben estar alineados con esta visión, pues por la naturaleza de cualquier proceso de transformación, el éxito de la implementación depende del compromiso de todas las áreas involucradas.

Cuarto, compartir la visión.

Este punto va a ser clave para masificar y asegurar la sostenibilidad de la implementación BIM. Debemos acompañar este ejercicio con una campaña de comunicación que asegure la interiorización de la visión dentro de los funcionarios. Esta no puede limitarse a una pieza en la que se le notifique a la compañía que arrancó la implementación BIM, sino que debemos comunicar el “para qué”, los beneficios personales, qué cambios conlleva, a quién acudir en caso de dudas, quienes son los líderes de la transformación y que mejoras se han tenido, entre otras. Lleven estas campañas más allá de lo normal, pues deben hacer sentir a la gente lo importante que es esto para la empresa. Hagan un lanzamiento donde quede claro que es momento de cambiar, estructuren un concurso de capacidades BIM o uno donde se reconozca los equipos que han trabajo mejor colaborativamente. Acompañen a la gente en su proceso de transición y motívenlos para que den la milla extra.

Quinto, remover las barreras.

Suena complejo, pero no es tan difícil como parece y es importante ya que va a hacer que BIM se potencialice. BIM no es nuevo y no hay que inventarse algo que ya esté hecho. Estudiemos y aprendamos, o contratemos lo que no sabemos hacer, y hagamos que el cambio sea más fácil. Si no tenemos claro cómo debemos modelar o cómo hacer una plantilla, entonces consigamos una empresa, con experiencia, que nos enseñe.

Al respecto de nuevas contrataciones, es importante contratar personal con experiencia BIM, que apoye todo el proceso de implementación, pues serán aliados claves y un apoyo constante para todos los que están empezando a trabajar con BIM.

En cuanto a la capacitación, debemos asegurarnos que esté alineada con los procesos y las políticas de la empresa pues la implementación BIM es diferente en cada compañía. Hace unos años estuve en una capacitación donde el profesor, no muy consciente del daño cultural que estaba causando y sin suficiente información, criticaba constantemente las decisiones que se habían tomado.

Sexto, generar victorias tempranas.

Para la gente va ser fundamental ver resultados rápidos del esfuerzo que están haciendo por cambiar. Es por eso que la compañía debe asegurarse de divulgar todos los resultados o ejercicios exitosos que se den en la implementación. El hecho de mostrar las victorias tempranas también es importante pues genera una competencia interna sana, la cual va a hacer que la gente quiera participar en los ejercicios que se divulgan. Por lo tanto, no olviden siempre reconocer el esfuerzo de las personas que los están apoyando. Procuren socializar varios elementos como los primeros modelos 3D, los primeros ejercicios de 4D, las mejores coordinaciones, y, sobre todo, asegúrense de socializar los indicadores de la implementación.

Séptimo, mantenerse acelerado.

En este punto debemos asegurarnos que la implementación no pierda su impulso. Para esto, recomiendo emprender en las siguientes 3 acciones.

  1. Crear un programa de reconocimiento constante en donde los funcionarios vean que todos sus esfuerzos por cambiar están siendo agradecidos. No es necesario un programa de recompensas, pues he evidenciado personalmente que el reconocimiento se da al otorgar visibilidad a la gente.
  2. Seguir impulsando la implementación con retos cada vez más complejos, por ejemplo, retar a los funcionarios a empezar a crear plugins en Dynamo para automatizar procesos y, obviamente, reconocer los buenos resultados de estos retos.
  3. Aseguren la existencia de procesos de mejora continua.

Octavo, institucionalizar el cambio.

Este es el resultado de una buena implementación BIM y se da cuando la gente es BIM, es decir, cuando su forma de trabajo es colaborativa, se enfocan en crear modelos de información de calidad y sus herramientas principales son BIM. Desde este punto, la implementación no tiene vuelta atrás pues la gente no se imagina volver a trabajar como lo hacían antes. Aprovechemos entonces, para impulsar la implementación de nuevos usos BIM y realizar investigación continua en los otros dos pilares de la implementación BIM, la tecnología y los procesos.

Para terminar, quiero aclarar que implementar BIM, como todo proceso de transformación, pasa por una etapa llamada la “curva de la decepción”, que se da cuando las cosas empiezan a ser más complicadas de lo que parecen. Por lo tanto, recuerden dos cosas fundamentales.

  1. Realizar la implementación BIM teniendo en cuenta los tres pilares de la implementación y los ocho principios que acabo de describir.
  2. Apoyar a todos, tanto con las personas que sabemos que van a apropiarse del cambio de la mejor forma, como con los que sabemos que no aceptarán BIM de inmediato, pues ellos serán los que mayor capacidad tienen de desacelerar la implementación.

El secreto del éxito de la implementación BIM está definido por la capacidad de los líderes de la transformación de ponerse en los zapatos de las personas que han trabajado por años de la misma forma, y hacer que el cambio sea lo más fácil posible. No se desanimen, puede que el proceso no sea de corto plazo ni sencillo, pero sí es el camino a la productividad y por eso debe hacerse con un plan estructurado

Autor:

NICOLÁS VILLA PELAEZ
COORDINADOR DE TRANSFORMACIÓN
CONSTRUCTORA BOLIVAR

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