Autor: Viviana Fonseca
El 2020 ha sido un año cargado de retos para todos los sectores de la economía a nivel mundial, incluyendo el de la construcción el cual, fue uno de los primeros en detener sus labores. Este tipo de situaciones nos hace recordar la crisis vivida entre el 2006 y 2009, etapa en la que más de cinco millones de puestos asociados al sector desaparecieron.
A raíz de esta situación provocada por el COVID- 19, han comenzado a surgir diferentes interrogantes que nos hacen pensar en cómo asumir la nueva “normalidad” y los retos que esta misma genera para nuestro sector en los meses posteriores. Es por esto, que en esta nueva entrada de nuestro blog queremos hablarte de algunos posibles escenarios que se pueden presentar y cómo podemos prepararnos para mitigar cualquier efecto que pueda poner en riesgo la operación.
Es importante destacar en primer lugar que no todos los efectos serán negativos, la pandemia ha provocado que la gran mayoría de empresas estén enfocadas en retomar sus actividades de una manera eficiente y eficaz, dejando de lado trabajos manuales para darle paso a la implementación de tecnologías, metodologías, herramientas y diferente software que sigan facilitando el trabajo colaborativo bajo modelos como BIM, el cual mejora la gestión, diseño y coordinación de proyectos.
Así como el teletrabajo, se ha convertido en un escenario recurrente, que permite ahorrar gastos asociados al mantenimiento y arrendamiento de edificios, entre muchos más.
Ahora bien, algunas firmas de arquitectos han proyectado que de ahora en adelante se hará la introducción de varias tecnologías que permitirán continuar con diferentes labores sin tener que entrar en contacto directo con las personas que están inmersas a lo largo del proyecto entre las que destacamos las collections ofrecidas por Autodesk y Adobe, la impresión 3D y la realidad aumentada.
Sumado a esto, las personas que deben asistir a los proyectos de forma presencial deberán seguir los protocolos de bioseguridad en los que se harán permanentes los controles de temperatura y el suministro de alcohol y antibaterial.
Países como Austria, Bélgica, Irlanda, Chile y Colombia han comenzado a implementar diferentes guías de protocolo en las cuales, se hace énfasis en las medidas de distanciamiento social, uso de mascarilla, guantes, la desinfección obligatoria de maquinaria u objetos utilizados por los trabajadores, límites en el número de obreros por turno, incorporación de lavamanos y diferentes estrategias para minimizar el uso de transporte público.
Al hablar de construcción y proyectos la mayoría de ellos estarán pensados en distanciamiento, el ocio y el uso de nuevos materiales. Oficinas, teatros y viviendas vacacionales se robarán la atención. Los esfuerzos, estarán enfocados en corregir los déficits que se han visualizado a la largo del confinamiento y la restructuración de espacios públicos para que funcionen como áreas de logística para futuras emergencias sanitarias como la provocada por el COVID – 19. Materiales como el cobre y el bronce volverán a estar auge, ya que pueden ser aliados en contra de la propagación de bacterias y diferentes virus.
Es importante rescatar igualmente el interés que con el paso de los días ha ido creciendo por el medio ambiente, lo que llevará a que muchos proyectos estén siendo pensados bajo tendencias Green o eco amigables desde su diseño y el cuidado en el material no reutilizable.
Sabemos que estos cambios no afectaran significativamente las buenas practicas que se han nacido durante este tiempo en las que las nuevas tecnologías y los protocolos se han convertido en aliados determinantes al hablar de equipos de trabajos enfocados en la creatividad, el dinamismo, la eficiencia y la productividad.
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